Los boxes de lavado son una de las formas más prácticas y económicas de lavar un vehículo. En la actualidad existe una amplia gama de sistemas para la limpieza exterior de los coches, con puentes de lavado que consumen poca agua y protegen el medio ambiente.
El agua de estos sistemas está tratada con sistemas de osmosis y se distribuye a través de mangueras que controla la presión de entrada, la temperatura, el flujo y la presión de salida. Los manómetros y caudalímetros permiten ajustar la presión según las necesidades del box en concreto.
El agua de estos sistemas además se puede mezclar con geles y abrillantadores especiales para lograr un acabado aún mejor. De esta forma los clientes consiguen un buen servicio por un precio módico y en un tiempo muy reducido.