El módulo de control de motor o centralita es el elemento encargado de gestionar el funcionamiento del motor así como de recopilar información de los distintos sensores electrónicos insertos en el motor del automóvil y necesarios para ratificar el correcto funcionamiento del mismo.
Los aspectos principales que regula la centralita son: el arranque, el tiempo de ignición, la inyección del combustible o la distribución de las válvulas. Además, mediante un escáner, la centralita permite informar al mecánico los fallos que hayan podido producirse.
En ocasiones, el módulo de control del motor no funciona correctamente, algunos de los síntomas más comunes que alertan de un fallo en su centralita son:
- Dificultades para arrancar
- Aceleración insuficiente
- El consumo es excesivo
- Resulta imposible detener el motor al final de un trayecto
- La velocidad o rendimiento registran unos valores inferiores a la marca habitual
Estos fallos son fácilmente detectables y una de las opciones recurrentes para solventarlos es la reprogramación de la centralita. Esta reparación debe realizarse en un taller mecánico bajo la supervisión de profesionales cualificados.